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    Pese a los beneficios, muchos gerentes se sienten incómodos con delegar trabajo a sus equipos. Una preocupación importante es que el personal resienta el trabajo adicional.

    Si quiere armar las bases para delegar eficazmente, no puede simplemente echarle trabajo sucio a la gente; tiene que manejar sus expectativas con discusiones abiertas.

    Infórmeles que tendrán oportunidades para hacer trabajos nuevos e interesantes. Explique cómo los proyectos nuevos expandirán sus capacidades, y que los apoyará conforme tomen sus propias decisiones.

    Cuando efectivamente tenga trabajo administrativo aburrido o un proyecto horroroso, como organizar una galería de imágenes atestada, sea franco al respecto: reconozca que pudiera estar por debajo de las habilidades de sus empleados, pero que debe hacerse.

    Explique los motivos. Aportar un contexto más amplio aliviará el sentido de pesadez del trabajo y motivará a su empleado a completar el trabajo sin resentimientos.

     

    Ayude a que la gente plantee cuestiones difíciles en su próxima reunión

    No logrará mucho en su reunión si hay un elefante en la sala. El equipo pudiera simplemente mirar sus computadoras portátiles y rehusarse a hacer contacto visual, o la gente empezará a hablar y después se autocensurará.

    Por ejemplo, despedir a un mal vendedor pudiera resolver su problema, pero si eso crearía más trabajo o lastimaría los sentimientos de alguien, la gente quizás no lo mencione. Debe plantear el tema usted mismo para lograr que el grupo se destrabe. Después, pida que la gente explique con detalle la naturaleza del problema, tema u oportunidad.

    Averigüe durante cuánto tiempo ha existido, quién está involucrado y cuáles son las consecuencias. Agradezca a la gente que ventile puntos de vista controversiales o distintos. E informe a todo mundo lo importante que es mencionar todas las opciones, inquietudes y temas, incluso si son difíciles.

    Una vez que la gente sepa que no matará al mensajero, se sentirá más segura abordando temas espinosos.

     

    Vuelva a ganarse la confianza de su jefe mostrando integridad

    ¿Realmente puede recuperar la confianza de su jefe una vez que la ha perdido? En la mayoría de los casos, la respuesta es afirmativa. La confianza a menudo se rompe si su integridad ha sido cuestionada. Hay dos formas de volver a ganarse confianza y mostrar integridad.

    La primera lleva tiempo: demostrar repetidas veces la habilidad para trabajar duro y retrasar la gratificación egoísta. Por ejemplo, trabajar en el horario de almuerzo o hacerse cargo de tareas onerosas o tediosas que deben hacerse pero que nadie quiere hacer.

    La segunda es más rápida: mostrar disposición para sacrificarse en beneficio de los demás cuando lo que está en juego es mucho. Esto podría incluir posponer unas vacaciones planeadas para cubrir una necesidad importante o meta de su jefe.

    Debe estar dispuesto a hacer lo que otros quizás no quieran, para que no lo vean como que prioriza sus propias necesidades sobre las de la compañía.

     

    Intercale economía del comportamiento en su programa de bienestar

    Los programas de bienestar de las compañías a menudo se basan en la educación para fomentar que la gente pierda peso, deje de fumar o maneje condiciones de salud. Pero educar a la gente sobre lo que ya sabe, pero no hace, solo sirve hasta cierto punto. En cambio, pruebe con enfoques de economía del comportamiento, que pueden ayudarnos a superar las barreras psicológicas que socavan nuestras metas. Por ejemplo:

    + Haga que los incentivos sean más fáciles de ver y que sean más influyentes. Use cheques separados o tarjetas de regalo para entregar premios (por ejemplo, efectivo por completar una evaluación de salud) que normalmente se perderían en un talonario de paga.

    + Premie logros grupales. En lugar de fomentar que la gente camine más, cree equipos cuyo éxito dependa de que cada miembro camine un mínimo (digamos, 7,000 pasos diarios).

    + Convierta en un juego actividades repetitivas, como tomarse un medicamento: la gente solo puede participar si se tomó la medicina el día anterior. Dicho enfoque efectivamente combina la rutina con una experiencia envolvente y emocionalmente positiva.

     

    Maneje tareas con ayuda de su teléfono

    Todos olvidamos hacer cosas de vez en cuando. Pero programar recordatorios en su teléfono puede ayudarlo a dar seguimiento a tareas menos importantes, para que finalmente pueda domar su lista de pendientes. Al contrario de una lista de tareas, el teléfono puede enviar un recordatorio por vez. Escoja una aplicación que funcione en la computadora de su trabajo, en su teléfono y en cualquier equipo personal.

    El punto central de un recordatorio, al contrario de una lista de tareas, es que persiste en su acecho. Por tanto, asegúrese que cada vez que ingrese un recordatorio incluya una hora específica en la que quiera ser notificado. Dado que probablemente tendrá recordatorios apareciendo todo el día y la noche, siéntase libre para acallarlos.

    El punto no es hacer cada cosa en un momento específico (para eso utilizaría una agenda), sino impedir que salgan de su radar. Solo asegúrese de no descartar algo que de hecho no haya realizado. Y recuerde activar la configuración de “no molestar” durante presentaciones y teleconferencias.

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