Las personas exitosas en sus relaciones con los demás suelen destacar por una serie de características personales. Si sabemos cuáles son habremos dado el primer paso. Caer bien y desenvolverse socialmente con soltura requiere práctica, pero hay que saber cómo hacerlo.
Los emprendedores necesitan más que nadie trabajar estas habilidades para hacer aflorar nuestro potencial. Ser buenos en nuestras relaciones nos ayudará a triunfar en los negocios.
Algunas cualidades que comparten las personas con éxito social son las siguientes:
1. Sentido del humor
Siempre que se emplee de forma respetuosa y con inteligencia, el sentido del humor es un imán que atrae y seduce. Es una de las herramientas de comunicación más efectivas si queremos causar impacto en los demás y dejar huella.
2. Generosidad
Dando es como se recibe. Una disposición a escuchar al prójimo con los cinco sentidos, avanzarse a sus deseos y demostrar un interés genuino por su persona trae consigo respeto y admiración hacia quien así actúa. La satisfacción y fuerza interior que entrañan nuestros actos generosos nos alimentan para continuar dando.
3. Aceptación
No esperar que los demás se comporten como nosotros deseamos es signo de madurez emocional y de inteligencia social. Aceptar la diversidad en las personas y comprobar su riqueza nos abre un camino de aprendizaje. Las opiniones y perspectivas muy diferentes a las nuestras nos aportan un conocimiento valioso.
4. Humildad
Admitir nuestros errores nos abre muchas puertas. La humildad es señal de autoconfianza y no de debilidad, como a veces se nos quiere hacer ver. Muchos de los líderes más reconocidos son humildes, y es así como logran conectar con el corazón de las personas.
5. Sin prejuicios
Cuando prejuzgamos a las personas, las perjudicamos a ellas y nos perjudicamos a nosotros mismos. Actuamos de forma injusta, de una forma que no quisiéramos para nosotros, y estamos limitando nuestra capacidad para comprender y aprender de los demás.
6. Curiosidad
Un espíritu de investigación, preguntar, indagar, querer saber más sobre cualquier asunto y practicar la escucha activa, es propio de quien posee inteligencia social. Al aportar amplios y variados temas de conversación, lograremos también despertar el interés de los demás.
7. Reconocimiento
Cuando otras personas enfatizan nuestros logros y cualidades, nos sentimos especiales. Potenciar los aspectos positivos de los demás resulta constructivo y motivador, genera una corriente de simpatía y un mayor impulso para avanzar.
8. Empatía
Ponernos en los zapatos del otro es un ejercicio difícil pero enriquecedor. Intentar ver las cosas desde el punto de vista del otro amplía la perspectiva de tal forma que el panorama se nos vuelve distinto. Nos permite comprender, aceptar y estar más receptivos a sus necesidades.
Cultivar estas habilidades sociales y ponerlas en práctica cada vez que se nos ofrezca la ocasión nos ayudará a ir integrándolas poco a poco como un hábito saludable en nuestras rutinas. Al fin y al cabo, todos aprendemos de todos cada día.
Las personas exitosas en sus relaciones con los demás suelen destacar por una serie de características personales. Si sabemos cuáles son habremos dado el primer paso. Caer bien y desenvolverse socialmente con soltura requiere práctica, pero hay que saber cómo hacerlo.
Los emprendedores necesitan más que nadie trabajar estas habilidades para hacer aflorar nuestro potencial. Ser buenos en nuestras relaciones nos ayudará a triunfar en los negocios.
Algunas cualidades que comparten las personas con éxito social son las siguientes:
1. Sentido del humor
Siempre que se emplee de forma respetuosa y con inteligencia, el sentido del humor es un imán que atrae y seduce. Es una de las herramientas de comunicación más efectivas si queremos causar impacto en los demás y dejar huella.
2. Generosidad
Dando es como se recibe. Una disposición a escuchar al prójimo con los cinco sentidos, avanzarse a sus deseos y demostrar un interés genuino por su persona trae consigo respeto y admiración hacia quien así actúa. La satisfacción y fuerza interior que entrañan nuestros actos generosos nos alimentan para continuar dando.
3. Aceptación
No esperar que los demás se comporten como nosotros deseamos es signo de madurez emocional y de inteligencia social. Aceptar la diversidad en las personas y comprobar su riqueza nos abre un camino de aprendizaje. Las opiniones y perspectivas muy diferentes a las nuestras nos aportan un conocimiento valioso.
4. Humildad
Admitir nuestros errores nos abre muchas puertas. La humildad es señal de autoconfianza y no de debilidad, como a veces se nos quiere hacer ver. Muchos de los líderes más reconocidos son humildes, y es así como logran conectar con el corazón de las personas.
5. Sin prejuicios
Cuando prejuzgamos a las personas, las perjudicamos a ellas y nos perjudicamos a nosotros mismos. Actuamos de forma injusta, de una forma que no quisiéramos para nosotros, y estamos limitando nuestra capacidad para comprender y aprender de los demás.
6. Curiosidad
Un espíritu de investigación, preguntar, indagar, querer saber más sobre cualquier asunto y practicar la escucha activa, es propio de quien posee inteligencia social. Al aportar amplios y variados temas de conversación, lograremos también despertar el interés de los demás.
7. Reconocimiento
Cuando otras personas enfatizan nuestros logros y cualidades, nos sentimos especiales. Potenciar los aspectos positivos de los demás resulta constructivo y motivador, genera una corriente de simpatía y un mayor impulso para avanzar.
8. Empatía
Ponernos en los zapatos del otro es un ejercicio difícil pero enriquecedor. Intentar ver las cosas desde el punto de vista del otro amplía la perspectiva de tal forma que el panorama se nos vuelve distinto. Nos permite comprender, aceptar y estar más receptivos a sus necesidades.
Cultivar estas habilidades sociales y ponerlas en práctica cada vez que se nos ofrezca la ocasión nos ayudará a ir integrándolas poco a poco como un hábito saludable en nuestras rutinas. Al fin y al cabo, todos aprendemos de todos cada día.

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